jueves, 24 de julio de 2008

cuento de amor...


Cuentan que hace muchos años se reunieron algunos de los sentimientos del hombre. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la Locura propuso jugar al juego de las escondidas. La Intriga se levantó extrañada y la Curiosidad, sin poder controlarse respondió... ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?“Es un juego, dijo la Locura, donde yo me tapo la cara y comienzo a contar hasta un millón, mientras ustedes se esconden; cuando termine de contar, los buscaré hasta que los encuentre”, explicó la Locura.El Entusiasmo bailó de contento y dio saltos de alegría, que terminó contagiando a la Duda e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le importaba nada.Pero no todos quisieron participar... La Verdad prefirió no esconderse ¿para qué?, si al final siempre la hallaban. La Soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea del juego no había salido de ella. La Cobardía, como siempre, prefirió no arriesgarse.Y la Locura comenzó a contar...La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre se dejó caer en la primera piedra que encontró. La Envidia se fue detrás del Triunfo, quien por su propio esfuerzo había subido a la copa del árbol más alto.La Generosidad casi no podía esconderse, ya que cada sitio le parecía maravilloso, para alguno de sus amigos: el lago cristalino para la Belleza, la hendija de un árbol era perfecta para la Timidez, una ráfaga de viento parecía magnífica para la Libertad. Por fin, después de pensar primero en todos la Generosidad terminó ocultándose en un pequeño rayo de sol.El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cálido y cómodo, pero solo para él. La Mentira se escondió detrás del arco iris, la Pasión y el Deseo entre dos volcanes.Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aún no se había ocultado ni encontrado un sitio para hacerlo porque todos estaban ocupados, hasta que por fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores.“¡Un millón!”, exclamó la Locura y comenzó a buscar...La primera en encontrar fue la Pereza que estaba ahí no más... A la Pasión y el Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido, miró hacia arriba y encontró la Envidia... y claro al Triunfo.Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, pues solito salió de su escondite que resultó ser un avispero. La Locura de tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza. Encontrar a la Duda fue muy fácil, la encontró sentada sin saber donde ocultarse. Y así los fue encontrando a todos.El Talento entre las hierbas frescas, la Angustia en la oscura cueva, la Mentira tras el arco iris y hasta encontró al Olvido, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Pero sólo el Amor no aparecía por ningún lado, la Locura buscó tras cada árbol, en cada arroyo y en cada cima de cada montaña.Y cuando estaba ya por darse por vencida, vio el rosedal. Tomó una pequeña varilla de un pequeño palo y comenzó a hurgar entre las ramas del rosal. Cuando de pronto escuchó un doloroso grito: las espinas habían herido los ojos del Amor.La Locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, suplico e imploró y pidió perdón y hasta prometió acompañarlo para siempre. Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.Por eso dicen: “Amar es una locura, a menos que se ame con locura”.

1 comentario:

Gustavo Yuste dijo...

es tuyo?
es buenisimo
me encanto!!!
despues me decis a mi, yo que vos lo patento..o te lo robo =P
jajaj

hermoso

gusty