
Recorro la casa buscando en cada rincón una palabra. Palabras que en cada uno de mis pasos olvido.
“…Tu sonrisa blanca, tus ojos, tu voz…” Sigo caminando, y vuelvo a intentar escribir. “…solo quiero mirarte un poco más…” Los nervios me hacen soltar mi lapicera. Cae.
Como una mamuska, vuelvo a intentar sacar algo de adentro. “…solo vos…”
Silencio. La armonía llena los espacios vacíos,
Mamushka, “…el te amo mayor... un poco mas chico… un poco mas…”
Jamás termina.
Me niego a seguir pensando que escribir.