Silencio, siempre silencio.
Como aquel que partió hacia otra parte
Con un morral de planes e ilusiones,
Dejándome sin musa y con vacío de palabras.
Cerca de nosotros objetos que callan, escuchan y mutan.
Importan el tacto y la respiración.
La maldita llovizna que trata de borrar nuestras huellas.
La música de algunos jazzistas. Arena y vuelo.
Hoy atesoro esos recuerdos
Como un profano que retorna a su creencia,
Y enciende las velas de un oxidado candelabro.
…Hoy, amigo…
Te necesito más que nunca.